viernes, 6 de diciembre de 2019

Del abismo del clima (o la "cumbre" lava más verde)

¿Cumbre? ¿Cuál cumbre? Si entendemos, como ellos, cumbre por reunión de muchos mandamases, el nombre es correcto, aunque algunos de los más significados "encumbradores" hayan declinado asistir. Si pensamos cumbre como cima y culminación, la realidad es que el traje le queda grande por todas las costuras, porque para desgracia de la especie humana, vamos al abismo.

Disculpen que no haga una ola de loco entusiasmo y que desde ya esté pinchando el globo (Por cierto ¡Lo que contaminan los globos, oiga!) Ya nos han convertido a la niña Greta en muñeco de pimpampún. Los que van y los que vienen, los que de repente se han convertido en adalides de la juventud concienciada y los protectores de la niñez de ahora, sin futuro para el mañana, pero bien escolarizada y a salvo de padres manipuladores... ¡Pobre Greta! Yo misma, que hace pocas semanas escribí sobre ella, vuelvo a insistir en que ella debería ser lo de menos. ¿Qué importa quién dé la alarma? Alarmémonos que es de lo que debería tratarse.  Pero así está la cosa. Nos hundimos por nosotros mismos y por quienes nos llevan- dejamos que nos lleven- a esta ida sin retorno. Lo hagamos en velero, en patinete o en jet, el viaje tiene pinta de acabar muy mal.

Como le ha sucedido desde que se inventó, el mundo capitalista encuentra nuevos modos de seguir siendo. ¿Estamos ante un problema? Sí, enorme, gigantesco, acaso mayor de lo que los más pesimistas saben decirnos. Como nunca habíamos llegado tan lejos, es complicado saber cuánto vamos a ser capaces de retroceder. ¿Hay que intentar dar marcha atrás? Sin duda sí.
Asumido todo esto, resulta complicado creerse que esta reunión de mandamases vaya a llevarnos a algo más que a una sucesión de fotos resultonas y horas de televisión. La cumbre lava más verde, pero no desinfecta.

Mientras miramos a Greta, mientras nos discuten si debía llegar en tren o en monociclo, mientras nos la "protegen" de la alienación, estamos dejando de caer en otras cuentas no menos cruciales para el asunto que nos ocupa: ¿Quién paga todo esto y con qué objeto? La respuesta  a estas cuestiones  forma parte del problema- problemón- de fondo. La llamada "Cumbre del clima" está pagada por grandes corporaciones como nuestra Iberdrola, la mayor productora de CO2 del país o luce maravillosos carteles propagandísticos como el de la fotografía que incluyo
y que no es precisamente inocente, sino muy al contrario.  En este río revuelto de la preocupación por nuestra supervivencia en el planeta -que es lo que de verdad ha empezado a asustarnos- los pescadores son los de siempre. Las mismas grandes compañías que nos animaban a consumir como si no hubiera un mañana, nos dicen ahora que sí, que puede haberlo, pero si hacemos las cosas como ellos dicen. 
Vuelvo a repetirlo, hay mucho que hacer, debimos empezarlo muchísimo antes , pero no todas las propuestas son desinteresadas. De hecho, casi ninguna lo es. Seamos claros, los aludidos  mandamases se reunen para ver como consiguen que el pastel siga en su mesa, para "guiarnos" adecuadamente de forma que no vayamos a pedir la luna, sino que ésta nos siga pareciendo lejana.

"Sigue bebiendo refrescos, pero recicla el envase". "Sigue gastando a espuertas, pero llévatelo a casa en bolsas de papel con nuestro logo" y, por supuesto,  acude al comercio de proximidad -que ya  te pondré alguno a tu puerta- pero recuerda comprar en él en él quinoa -oriunda de América y cuasi arrebatada a los indios que bien la necesitaban- o derivados de la soja -para la que hemos arrasado ya enormes extensiones de bosques aquí y allá- o nutritivos aguacates de tu vecina -para los que agota sin saberlo los escasos acuíferos que en tu región existen- gasta, gasta, gasta, consume, consume, consume...

Por manipular, nos manipulan hasta el rico idioma con métodos de inmersión que me río yo de los nacionalismos que en el mundo son y serán. Hacen común y generalizado el uso de expresiones como "ecofriendly", "green Deal" "Car sharing", "Rewilding"y condecoran como "green cities" hasta las que no lo son. No nos engañemos, mucho "greenwashing"  y mucho gatopardismo- ésta última más cinéfila que ecológica- para cambiarlo todo y que siga todo igual, es decir, nosotros menos inquietos y ellos a lo suyo, a lo de siempre. Si no modificamos de raíz el sistema de hoy, solo vamos a cambiar de lugar los problemas. Por ahora, la porción de "Cumbre social" no está teniendo en grandes medios sino una cobertura folklórica. En la práctica, al "Black friday" de la escaleta en la semana anterior, se superpone el "Friday for future" de ésta y cabe temer que a continuación tengamos el "13thFriday" de la siguiente

La toma de conciencia es muy bienvenida por mi parte. Descubro que ya no me miran como a bicho raro cuando digo que en casa se pueden reutilizar hasta las pelusas o que el agua de la lavadora puede servir para el inodoro. Alguno hasta se interesa por saber cómo lo hacemos. Debe pensar en sofisticados artilugios de diseño y no en vulgares cubos, barreños o palanganas de toda la vida (Esos que, por cierto, NO siempre fueron de plástico y hasta se heredaban de padres a hijos o de tías a sobrinas y hoy salen carísimos en los mercadillos vintage).

  No podemos dejar de ver que entre toda la verdad que esta crisis trae consigo, hay sólidos componentes de mercado respecto a los que prevenirnos. No podemos limitarnos a no consumir A para pasar a sobreconsumir B, no podemos dejar de producir X para producir Y en idéntica manera. Cuando consumimos con exceso y sin tino, obligamos a producir también con exceso y sin tino,  generamos consecuencias también excesivas sobre el planeta. Si no cambiamos nuestra concepción sobre lo que producimos y consumimos, sobre cómo lo producimos, sobre cómo lo consumimos y hasta sobre cómo y cuando lo desechamos, no vamos sino a cambiar de problema. Esto es lo que necesitamos pensar a fondo, pero sin demoras y no  necesariamente será lo que vayan a pensarnos quienes desde su cumbre, o cima, o atalaya de mirar por encima del hombro a los pringadillos que consumimos, ni lo que procurarán  hacernos creer.

Bienvenida la cumbre si nos hace tomar conciencia de lo mal que andamos, bienvenidas las collejas que, en forma más o menos encubierta nos vienen dando, pero mientras nos rehacemos del pescozón, afinemos un poco más la idea. Insisto, las grandes corporaciones se reinventan, , nos meten miedos nuevos en el cuerpo que no son infundados, porque los hechos claman, lo que tendremos que replantearnos es si SUS soluciones tienen que ser LAS NUESTRAS

sábado, 14 de septiembre de 2019

LO DE MENOS ES GRETA

Alguno, siendo conocedor del blog y por el nombre en mayúscula, igual imagina ya que quiero hablar sobre la señorita Thurnberg y más aún sobre lo que- dicen- está moviendo esta muchacha sueca con trenzas. Nada contra la criatura que, como es lógico, tiene temores bien fundados sobre su futuro y el nuestro, pero focalizar en ella, convertirla en objeto de cuasi culto, contarnos sus problemas de salud o de adaptación social es solo una parte del total que podría conducir a la nada.
¿Quién es Malala Yousafzai? Seguro que muchos habéis tenido que pensar un poco. Hace no demasiado, ella era un símbolo de lucha que anduvo por el mundo rodeada de una atención que ya no es tanta. Su problema era y es el asunto de muchísimas niñas en diversos países, acudir a la escuela reservada a los hombres. Estuvo a punto de costarle la vida. Durante unos meses nos escandalizamos, solidarizamos y horrorizamos, pero ya estamos en otra cosa, ya cuesta recordar quién es Malala a bote pronto. Greta, o para ser exactos, su causa, puede correr el mismo peligro si permitimos que nos orienten principalmente a la sorpresa de una criatura tan joven y ya activista. Por cierto ¿Que es hoy de Ahed Tamini? Sí, hombre, sí, aquella leona palestina que con solo 16 años, los mismos que tiene Greta, fue detenida por el ejército israelí... Poco sabemos ya, pero las noticias sobre Israel, Gaza, Netanyahu, siguen siendo nada halagüeñas, temo.

En resumen, me inquieta y me preocupa que todo se quede en esa burbuja que ahora interesa inflar, en ponerle una cara que puede aunar conciencia ecológica, juventud y femineidad para después seguir pasando a otra cosa. Greta no debe ser solo Greta. Lo de menos, sin desprecio para ella, es Greta Thurnberg.
Sucede además, que en esta campaña detecto bastantes incongruencias que acentúan mi habitual escepticismo. Pongamos por caso el viaje en barco hasta USA para “no contaminar” usando el avión. Así dicho resulta curioso, pero ¿Podría cualquier ciudadano hacer lo mismo? No todos tenemos el apoyo de un Casiraghi ¿Tardar 15 días en llegar a cada reunión de trabajo y costearse un velero capaz de atravesar el océano? ¿No contaminarían en otro modo los centenares de veleros que deberían surcar los mares para atender a nuestras tareas de hoy? ¿De qué bosques saldría la madera para esos veleros o cómo se produciría la fibra de vidrio para tantas cubiertas? Es un símbolo, vale, lo puedo entender, pero igual es un símbolo que nos despega de la esencia fundamental, cómo vivimos hoy los occidentales (y bastantes orientales) pretendidamente desarrollados. Por otro lado, nos cuentan que por el continente americano podría desplazarse en autobuses (¿Solo yo no lo entiendo cuando acabamos de hablar de combustibles contaminantes?)No ahondaré en otros detalles chirriantes porque el objetivo no es cebarme en ellos.

Creo sencillamente que, como viene ocurriendo en esta economía mercantilista que nos hemos dado, todo puede traficarse, incluso a pesar de la sanísima intención- de la que no pretendo dudar- de la señorita Thurnberg. Hay un nicho emergente y florido de mercado con esto del cambio climático, el cuidado del planeta y sus cuestiones periféricas que está siendo convenientemente aprovechado. No voy a alinearme con Trump ni con nuestro más hispánico Abascal hablando del lobby ecologista porque me consta que hay un sustrato importante de verdad y de riesgos en lo que se llama defensa del planeta (Más bien es autodefensa humana, pero no es el nombre sino la esencia lo que cuenta). Sí, también yo creo que la situación es insostenible, que toca implicarse y tomar medidas, pero creo una vez más en la reflexión, en el sentido crítico y en no hacer otra vez aquello tan nuestro del “pan para hoy y hambre para mañana”.
Bienvenidas las protestas, las llamadas de atención cuanto más globales mejor, pero no seamos tan simplistas, tan superficiales como nos quieren los mercados: “¿No queréis plásticos? Pues os lleno de bambú” “¿No os gusta el aceite de palma? Aquí tengo toneladas de aceite de coco o de argán (Según los usos)” “¿Te preocupan los combustibles fósiles? Toma biodiesel”. “Llenemos todo el campo de molinos eólicos y plantas solares porque los saltos de agua no llegan para la demanda eléctrica”... y así, a cada protesta una respuesta rápida, pero ¿Eficaz?.

Andamos ahora empantanados con el excesivo consumo de carne, que es obvio que tiene su punto de verdad entre quienes pueden pagárselo. ¿Quiénes patrocinan esos estudios? ¿Y los que promocionan la stevia como sustituta del azúcar de caña? ¿Y los que promueven el uso del bambú como sustituto del plástico para cañitas de refrescos, cepillos de dientes y usos similares? ¿Sabes cómo se consiguen las fibras “ecofriendly” como el tencel-lyocell, el singtex o el modal? ¿Y cómo se obtiene el “cuero vegano” de piñatex? Como no podía ser de otro modo, estos productos tienen excelentes cualidades, pero si se produjeran masivamente como hoy se producen otros, solo cambiaríamos el monocultivo actual por alguno diferente. Es el mercado, amigos.
 La solución no puede ser ésta, aunque pase por ahí. La solución tiene que incluirnos a todos, también a quienes hoy viven de eso tan dañino y molesto para nosotros los evolucionados y conscientes europeos. Las soluciones acaso no sean una única y global sino muchas pequeñas soluciones locales concatenadas y sobre todo, bien reflexionadas, pero muy urgentes.

Bienvenida, Greta. Bienvenidas las demás Gretas, se llamen como se llamen, aunque no lleven trenzas ni recorran el mundo en velero, aunque se limiten a decirle a la vecina que puede usar otra vez la bolsa del supermercado o le afeen a un compañero dejar abierto el grifo del patio del colegio. Bienvenidas las Gretas, pero no nos limitemos a ellas. El propio planeta lleva siglos contándonos cosas que apenas escuchamos. Pongámosle atención a lo importante, no vaya a ser que la próxima burbuja mediática nos explote en las manos sin posible sustitución.

miércoles, 24 de abril de 2019

CHINA GIRL

   

"My little China girl
You shouldn't mess with me
I'll ruin everything you are"
                 David Bowie

    Hay noticias que son como bofetadas, más que ponernos ante un espejo, nos lo frotan por las narices esperando nuestra reacción, pero ni así la consiguen.  La de China girl es la crónica de una muerte anunciada.  Lo llevaba siendo muchos años, desde tiempo  antes de alcanzar el punto de no retorno, que algunos científicos moderadamente optimistas establecen  quince años atrás. Su historia es solo una muestra más de esa ley natural que nos esforzamos en ignorar y que dice que en la naturalezacasi nunca  puede enmendarse del todo lo que se hizo mal,  revertir daños no es solo cuestión de dinero...

     Cuando en aquellos lejanos días del siglo XV, Cu Rua o alguno de sus ascendientes asomó el hocico fuera del río para reclamarle al victorioso Lo Loi su espada, cuando se sumergió de nuevo en la aguas con el arma  en su barriga, toda su especie ya había comenzado a perderse. Quizá incluso mucho antes, desde que  otro  humano descubrió que su carne era comestible y que sus caparazones servían para honrar a los seres del más allá. De nada servirían su condición de animales sagrados portadores de fortuna, ni sus dimensiones, ni su discreción  proverbial. Durante algunos siglos, todavía nadaron por ríos y canales, durmieron en su lodo y comieron los peces que las aguas traían, seguramente ajenos al destino que iba perfilándose, pero ya estaban perdidas.

     En 1873, los naturalistas repararon en aquellas enormes tortugas que habitaban las aguas libres del sur de China y el norte de Vietnam,  John Edward Gray las llamó Oscaria swinhoei -Rafetus desde 1987y establecieron que era  "the most beautiful species of Trionychidae that has yet occurred." (la más bella especie de Tryonichidae que se haya encontrado). Irrevocable y peligrosamente, su camino confluía  con el de los seres humanos. 

     Todavía hubo otro siglo de relativa tranquilidad -si excluimos, cosa nada baladí,  las dramáticas cuestiones bélicas y la ignorancia absoluta de los ecosistemas que se arrasan por causa de éstas- pero ya en los setenta del pasado siglo, comenzó un desarrollo - en términos humanos- que, como casi siempre sucede, atendía exclusivamente al presente más inmediato. Se construyeron muros y embalses, convirtiendo las complejas cuencas en una sucesión de lagos aislados unos de otros por diques que las tortugas no podían rebasar. De pronto, pese a las apariencias, habían dejado de ser libres. Todavía procuraron adaptarse, cada cual  a su reducto. Los humanos que somos  lentos para todo lo que no nos toca directamente, aún tardamos en apercibirnos de lo lejos que se habían llevado las cosas.

 
     Contamos los europeos que la sobrepesca como recurso alimenticio, pero esa es una verdad a medias, por no decir que una mentira basada en esta nuestra costumbre de mirar solo delante de nuestras narices y no al conjunto. Quizá por esta misma manía, todavía en 1989 no se las consideró especie amenazada, quizá por eso hoy mismo,treinta años después, mientras deberíamos llorar la muerte de China girl como última hembra conocida de su especie, podemos descubrir que sus tres hermanos supervivientes conocidos y los que ójala sigan ocultos a nuestros ojos, todas las R. swinhoei que puedan quedarsolo están listados en el anexo II del convenio CITES, el que-se supone- se firmó para proteger las especies de flora y fauna amenazadas. Esto quiere decir que aún no gozan del máximo nivel de protección contra el tráfico.

Anoto:Siempre he creído que el CITES es más un mal menor trufado más de intereses políticos y menos de científicos, éste es solo un lamentable ejemplo que sumar a otros.

    Pero entre tanto y para no dispersarnos, diremos que también se las sometió al comercio de mascotas, a intereses de coleccionistas, al uso de caparazones y huesos para medicina alternativa, a la contaminación extrema de las aguas y lodos, a la sobrecaptura de los peces que las alimentan... Cuando alguno de los diques se rompía o ellas  lograban rebasarlo por las inundaciones, la salida del lago era considerada como una fuga para la que se organizaban "rescates" a fin de volverlas muros adentro, porque solo en los embalses podían monitorizarse siquiera precariamente. Todo ello, mientras aún no sabemos casi nada sobre su biología.

     Como muestra de nuestro humano modo de hacer, en el templo de la Montaña de Jade, se muestra y venera hoy  un ejemplar disecado que debió superar los 200 Kg y que en 1967 fue capturado y masacrado con una barra de hierro por un pescador  en el lago Hoan Kiem, cerca de Hanoi.


     En el año 2007  en el lago Dong Mo, también  cerca de Hanoi, se detectó un nuevo ejemplar.  En cuanto a  Ho Hoan Kien, además de otros reportes dudosos y bastantes controversias, sabemos que vivía un ejemplar al que los lugareños llamaban "Gran abuelo" (Cu Rua) vinculando su presencia a la vieja leyenda de la espada recuperada que da nombre al lago (Una tortuga gigante reclamó al rey Le Loi su espada mágica -que le habría prestado el dios tortuga para que pudiera vencer una importante batalla- la engulló y volvió a sumergirse en las aguas).


     Un año más tarde, rescatan  un ejemplar  de los circuitos de tráfico ilegal de fauna, pero no se devuelve al estado silvestre,se decide llevarlo a un zoológico para que esté mejor controlado. También en ese periodo, se reportan las muertes de varios ejemplares en distintos zoológicos chinos y se decide entonces, acuerdos internacionales mediante, trasladar desde Changza a China girl para reunirla con un anciano macho  en el zoológico de Suzhou, paralelamente, se monitorean más de una docena de históricas lugares de avistamiento, pero las tortugas son esquivas y los territorios complejos y extensos... O acaso es que no pueden avistarse porque no quedan más...

   El año 2011 se captura a Cu Rua para una revisión veterinaria. presenta heridas de anzuelos, llagas y daños por las basuras y la contaminación, además parece estar saliendo demasiado a la superficie, como si tuviera dificultades respiratorias...Devuelto al lago, parece ir mejorando  hasta que es hallado muerto flotando en las aguas en el año 2016.


     Entre tanto, otra amenza más acecha a estos gigantes en los últimos años: La costumbre de liberar pequeñas tortugas como mensajeras de buena suerte en el año nuevo, ha traído a una eficientísima competidora americana, la mucho más barata y manejable Trachemys que también conocemos en Europa por sus efectos sobre nuestra propia fauna.

     En el año 2015, después de haber encementado los bordes de muchos de los lagos, complicando aún más los lugares de posibles puestas, se decide construir en el centro de uno de los embalses una playa artificial, acarreando arena y preparando rampas y plataformas flotantes que solventen posibles inundaciones futuras.



     Mientras, China girl hace algunas puestas infértiles en Suzhou. Parece que su compañero tiene daños en el pene por cicatrices de viejas peleas y las cópulas resultan ineficaces. Se toma la decisión de anestesiarlos para practicar la electroeyaculación y la inseminación artificial. Y es a resultas de uno de estos procedimientos cuando la hembra no se recupera y muere. No se puede atribuir el hecho solo a la mala suerte, previo a ello, han venido intercambiándose mensajes entre los diversos equipos involucrados, reportes sobre nutrición deficiente, inadecuación del alojamiento y otras discrepancias de calado.


     Como simple espectadora con limitada formación, se me ocurren decenas de preguntas para los pretendidos custodios de  los animales, amén de todas las que ya me planteo como humana de  a pie, que comparte planeta con todos estos tesoros naturales. Es posible que algunas de esas dudas no existieran si tuviese mayores y mejores conocimientos, quizá se me plantearían otras... Mi sensación es que todo podría haberse hecho muchísimo mejor, pero sobre ella queda una certeza: La espalda del viejo Cu Rua no volverá a resplandecer en la superficie del Hoan Kiem cuando la acaricie el sol, China girl se ha marchado para siempre y ya nos van faltando mensajeros para traer la buena suerte a este planeta que seguimos sin saber cuidar.